sábado, 12 de julio de 2014

Ejercicios sin zen-tido

Posted by Mercedes Mayol 2:31:00

Quizás lo que no soportaba de ella, eran sus abismos
Abismos filosos, calientes y sin pudor alguno que ronroneaban en su ombligo
Ombligo que por otra parte, era como un agujero negro que todo lo devoraba
Devoraba sus besos, sus caricias, y hasta su lengua 
Lengua que se expandía hasta el borde mismo del sin sentido
Sentido que, por otra parte, al menos cuando estaba cerca de ella, huía de la razón
Razón que no tenía por cierto
Cierto era que no lograba comprenderla, o aprehenderla, o asirla, al menos por un minuto
Minuto que en sus ojos se convertían en eones
Eones insignificantes que lo volvían loco de amor
Amor, ese amor que lo aterraba hasta lanzarlo al abismo
Al abismo de sus piernas hasta perder la razón. 

©Mercedes Mayol 
Copyright Buenos Aires 
12 de julio de 2014

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