Me pregunto que conjuro habrá en los
ascensores que nos hace indiferentes, que nos pone de espaldas unos a otros,
que impulsa el índice a golpetear la tecla como si de esa manera las puertas se
cerraran mas rápido o como si pudiésemos escapar a ese silencio cúbico del cual nos sentimos prisioneros.
Me
pregunto que hechizo habitará en los ascensores que fascina a los amantes y los
obliga a estrellar sus cuerpos contra esa pared vidriada como si el resto del
espacio no existiese, mientras un
remolino de piernas y gemidos arremeten contra las cámaras de seguridad que se
ciegan ante el rapto de una sublime fantasía.
Me pregunto que tendrán los
ascensores que la respiración es tan ruidosa y los pensamientos tan erráticos,
como si el solo hecho de detenerse encapsulara ideas y sentires entre paredes de una pausa de entrepiso.
Me pregunto por que se llamaran ascensores
si también descienden…
Me pregunto por que me pregunto…
Me pregunto…
©Mercedes Mayol