viernes, 2 de septiembre de 2011

El lago prohibido

Posted by Mercedes Mayol 20:08:00
- Cuéntame otra vez, como fue que venciste al monstruo del lago, dijo la joven sentada a sus pies…y la anciana, corriendo un mechón de su rubia cabellera, sonrió con dulzura y comenzó a contar la historia una vez mas:

Las fogatas brillaban en lo alto de las colinas como tibias estrellas surgiendo de lo profundo de la madre tierra. Disfruté por ultima vez de la húmeda hierba bajo mis pies… sentí la brisa acariciar mi cuerpo…inspiré los aromas frescos del bosque…escuché los suaves murmullos de la aves nocturnas...la luna apenas iluminaba el oculto sendero por el cual transitaba mas no sentí temor…por que ese era el camino que me conduciría al lago prohibido…y también a el…
A medida que el sendero serpenteaba, mi corazón se agitaba por la ansiedad de saber que el estaba allí esperándome…y luego de unos cuantos segundos que se me hicieron eternos, al fin su increíble belleza se mostró ante mi…
La luna de Beltane se reflejaba en sus tranquilas aguas como el ojo rojizo y brillante de un Dios poderoso y antiguo…la brisa acariciaba los sauces que se inclinaban gentilmente sobre su perfecta superficie…me detuve en su orilla y cerré mi ojos para calmar el temblor de mi cuerpo…el quiebre de algunas ramas a lo lejos anunciaron su llegada…mi corazón pareció detenerse y mis débiles intentos de serenar mi alma se convirtieron en nada ante su oscura presencia. El sonido de sus pasos se detuvo y supe que ya estaba allí, oculto entre las sombras del viejo bosque…mi cuerpo se estremeció de ansiedad pero aun así, temblando y con mi corazón detenido en mi pecho, me mantuve inmóvil en la orilla del lago.
El silencio había sido nuestro lenguaje desde que pisé aquel claro por primera vez, solo la brisa y las bestias nocturnas quebraban de vez en cuando el hechizo que nos envolvía cada noche desde hacía dos años. El lugar donde me encontraba estaba vedado a los aldeanos como yo, era propiedad del tenebroso Señor del castillo y nadie osaba si quiera transitar de día por esas oscuras tierras…pero yo insensata y rebelde…quebré su ley y a cambio permití que sus ojos me recorrieran cada noche mientras disfrutaba de aquel lugar mágico y prohibido. Lo que comenzó como una simple travesura fue convirtiéndose lentamente en una necesidad para mi…mas no era solo el lago…si no saber que el estaba allí…observándome…deseándome…tanto…que a veces casi podía escuchar los latidos frenéticos de su triste y solitario corazón…
Parada allí, mientras el viento cálido atravesaba mi alma, tomé valor y rompí por fin el silencio…
- Se que estas allí…se que me miras cada noche…y se que tienes miedo...pero yo…he visto tus ojos a pesar de no haberte mirado…he escuchado tu voz a pesar de que jamás me has hablado…he sentido tus caricias aun cuando tus manos no rozaron mi cuerpo…y esta Señor mío, será la noche en que nuestro pacto silencioso llegará a su fin…por que mañana mi vida será entregada a otro en matrimonio…y yo he venido a suplicarte que te muestres ante mi… por que he descubierto que no quiero a nadie mas que a ti en mi lecho…ya que con solo tu mirada…has robado mi alma…
El bosque pareció detenerse en ese instante…las aves nocturnas acallaron sus murmullos…el silencio se hizo aún mas profundo… la nada pareció apoderarse del claro…y fue entonces cuando un grito aterrador rasgó la noche y unas fuertes y poderosas manos me arrastraron hacia el medio de las oscuras aguas…
Su respiración se derramó en mi piel, sus brazos me aferraron a su cuerpo tembloroso…sentí la sangre arder en mis venas…mi cuerpo arquearse buscando esa boca que tantas veces habia soñado…pero sus brazos me inmovilizaron mientras susurraba con una voz ronca y profunda…
- tu…no pertenecerás a nadie mas que a mi…
- yo- gemí mientras una lluvia de fuego me recorría el alma- he sido tuya desde el mismo instante en que tus ojos se posaron en mi…
Hundió su rostro en mi pelo y absorbió el aroma que tantas veces había deseado…y yo me estremecí al sentir su aliento agitado…todo mi ser lo reclamó deseando mas…mucho mas…pero el no me dejó moverme prisionera en sus brazos…
- no comprendes…cuanto te he deseado…no comprendes por que jamás he dejado que me veas…- jadeó
- se que las guerras han dejado marcas en tu rostro…se que tu cuerpo ha sufrido la tortura…
- Soy…un monstruo…- dijo al fin aflojando su abrazo
Me giré lentamente con la respiración contenida en mi pecho, nadie lo había visto desde aquella noche de invierno en que regresó de la guerra…y ahora el compartiría su secreto conmigo…
Mis ojos recorrieron las profundas cicatrices de su rostro y mis manos tocaron por vez primera su cuerpo…un parche cubría la ausencia de su ojo derecho…y yo sabía que cojeaba por que sus pasos eran extraños al rozar el suelo… se quedó allí manso y asustado como un animal herido, mientras mis manos acariciaban su rostro, mientras mis labios besaban cada una de sus heridas…mientras todo su ser se estremecía ante ese suave contacto…el era para mi el ser mas bello y triste que jamás hubiese visto y mi corazón latió al ritmo de su entrecortada respiración…
- ahora mi señor…- dije susurrando en su oído- yo te revelaré mis secretos

Desprendí el broche de la túnica que me cubría y la suave prenda se deslizó hundiéndose en el lago mostrándome ante el…tomé sus manos temblorosas y las deslice por mi cuerpo…el deseo irrefrenable nos recorrió como una brisa de fuego. Un gruñido de desesperación escapo de sus labios y su boca tomó la mía con furia…con desesperación…me aferré a el y su angustia se convirtió en un hambre feroz que solo mi cuerpo podría saciar… Su boca cubrió la mía ahogando el gemido que brotaba de mi alma…su aliento me inundó por completo aturdiéndome… mi cuerpo respondió a su llamado instintiva y salvajemente…rugió mi nombre posesivamente una y otra vez…reclamándome como suya…sin comprender que desde ese instante mi alma le pertenecería por siempre…
La luna fue testigo de las veces en que el se hundió en mi cuerpo apoderándose de mi en cada embate de furiosa belleza…fue cómplice de mis labios, que se abrían solo para suplicar que me amara una vez mas… mi cuerpo se convirtió en esclavo de sus sueños y al amanecer de aquel día con un cálido y húmedo beso grabo con fuego su nombre en mis labios…
Y así fue como una simple aldeana, sin mas armas que su corazón como escudo, capturo al monstruo entre sus brazos…y se quedó con el para siempre…

Mercedes Mayol
Copyright© 06-05- 2010

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