viernes, 29 de octubre de 2010

La leyenda del viejo Sauce

Posted by Mercedes Mayol 19:25:00

Su infancia transcurrió en un lugar mágico, lleno de supersticiones y leyendas. Un lugar en el que los sueños, están profundamente ligados a la realidad, y quizás ese lugar era así, por la salvaje belleza en la que estaba inmerso, quizás por el manto de líquido fuego que acaricia aquella tierra oscura y llena de vida, un río de sentimientos encontrados y perdidos, un río que ama el lecho que le sirve de camino, por que ese lecho, está limitado solo por las suaves caricias de los árboles y por esas islas que parecen surgir desde lo mas profundo del alma y en la que sus habitantes, son tan soñadores como el lugar mismo. Ella creía en duendes, en hadas, en ángeles y como no hacerlo?... si su abuela le relataba las historias mas dulces cada noche, mientras el viento se colaba a través de las maderas flojas de la casita donde vivían... como no creer en esas cosas, si uno, vive en un lugar mágico como ese.


Por eso, ella volvió aquel atardecer…para buscar aquello que sentía haber perdido, para recuperar algo de la que alguna vez, había sido. La vida la había llevado por muchos senderos que la alejaron de aquel lugar, la jungla de cemento acalló sus sueños con el bullicio de una vida que no le pertenecía Se vio inmersa en un mundo en el cual se sentía lejana y extraña, pero que se suponía debía ser…Mientras la lancha navegaba por aquel río, sus ojos recorrían las costas llenas de verdes mareas azotadas por las aguas, su piel reseca se vio de pronto abrumada por miles de sensaciones que traía hasta ella la húmeda brisa. Sintió el aroma del agua aturdiendo sus sentidos, ese mismo aroma que tantas veces había deseado sin saber que estaba allí…metido tan dentro suyo que con solo inspirar profundo hubiese bastado. Por que es eso lo que sucede cuando uno conoce un lugar así, se mete dentro de uno y pasa a formar parte del alma.


Cuando sus pies pisaron aquella tierra, exhaló largamente el aire que retenía dentro de ella y aquella parte que yacía acurrucada se estiró finalmente hasta rozar el cielo. Ella estaba por fin en su lugar, lo sabía, podía sentirlo…y ahora…iría a buscar lo que había perdido…aunque…se preguntaba no sin cierto temor, que sucedería si en realidad… jamás lo tuvo?...si eso que tanto deseaba…no formaba parte de ella…y como se puede perder algo…que jamás has poseído?.


Por eso…ella iba hacia el viejo Sauce…por que el viejo Sauce escondía en si mismo un antiguo y poderoso secreto…los habitantes de aquellas islas contaban que dentro de aquel árbol estaba atrapado un ángel, por eso, siempre que deseaban algo con todas sus fuerzas, iban hasta allí y le regalaban flores que dejaban frente a el como ofrenda a cambio de sus deseos. Era ese su anhelo, era esa su última esperanza…


Comenzó a caminar despacio por el sendero que la llevaría hasta el arroyo...primero se quitó los zapatos y sus pies se hundieron en la hierba húmeda, extendió los brazos y sus manos acariciaron los juncos que bordeaban el sendero dejando huellas de olas ondulantes tras de si…inspiró profundo y el aroma de miles de especies de flores inundaron sus sentidos…desprendió su cabello de las ataduras y artificios que impedían su libertad…aflojó los botones de su vestido y así…siendo por fin ella misma llegó hasta el arroyo que la llevaría a su destino.


El lugar la sobrecogió por su belleza…sus lágrimas comenzaron a correr en armonía con el discurrir de aquellas oscuras aguas frente a ella…la brisa acarició su cuerpo y se llevó consigo la sensación de desasosiego que tanto la abrumaba. Casi dejó de respirar cuando vio el viejo sauce del otro lado del arroyo por temor a que desapareciera como un sueño…las ramas acariciaban las aguas y formaban pequeños remolinos a su alrededor. Los camalotes desbordados de bellas flores lilas y celestes navegaban en una danza de perfecta coreografía, impulsados solo por la dulce armonía de las aguas …


Se sentó en la orilla y cerró sus ojos antes de pronunciar su más secreto deseo.


Inspiró profundamente, mientras todo el lugar se sumía en una extraña quietud, como si también estuviese esperando la liberación de aquel anhelo tanto tiempo retenido…


- Deseo…- dijo al fin mirando al Sauce con intensidad- sentir una pasión que arrase mi alma…que me deje sin aliento…que me haga sentir que la vida…no ha sido en vano…una pasión, como la que tu sientes por este lugar al cual te has encadenado…yo…necesito saber que estoy viva…


Ella sumergió sus manos en el agua rozando a través del oscuro líquido las ramas del sauce. El viejo árbol pareció agitarse ante aquellas palabras, y cuando sintió el calor de aquellas manos llegar hasta el a través del agua, se estremeció abrumado por su deseo, sus ramas se hundieron mas en el angosto arroyo, extendiéndose hasta llegar a ella, envolviéndola y atrayéndola hacia el, dispuesto a hacer realidad…todos sus sueños.


Cuenta la leyenda que desde aquel atardecer…el viejo Sauce, se cubrió de hojas doradas que al agitarse con la brisa susurran el nombre de su amada…la misma mujer que pronunció las palabras que siglos antes a el lo encadenaran…"deseo…sentir una pasión que arrase mi alma…"


Mercedes V. Mayol Copyright© 2010


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